Los mayas son considerados una de las civilizaciones indígenas más importantes en la antigüedad, debido a que los aportes de su cultura trascendieron a través del tiempo. Los dioses mayas son un símbolo fundamental para la región maya y entre ellos se encuentra Vucub-Camé el cual es uno de los dioses que forman parte de su mitología, siendo este una deidad del inframundo.
Vucub-Camé, una figura demoníaca
Según la mitología maya, el universo está distribuido en tres espacios: cielo, tierra e inframundo. Vucub-Camé era una de las autoridades pertenecientes al infierno, un lugar que conocido por los nativos bajo el nombre de «Xibalbá», este mundo que se encontraba por debajo de la tierra, era reinado por los dioses de las tinieblas.
Vucub-Camé junto a Hun-Camé se encargaban de juzgar a todas las almas que ingresaban por sus actos al inframundo, eran responsables de que los castigos se cumplieran, no obstante tenían otras divinidades demoníacas para que les apoyaran, sin embargo, Vucub-Camé y Hun-Camé eran la máxima autoridad.
Muerte de Vucub-Camé
Cuenta la leyenda que los dioses: Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, se encontraban en la tierra jugando con una pelota, el ruido causado por los gemelos disgustó a las autoridades del Xibalbá y para vengarse les hicieron una invitación a los hermanos, para que estos compartieran su juego con los dioses del infierno.
No obstante estos les traicionaron, los dioses gemelos fueron torturados y asesinados por las divinidades del infierno. Vucub-Camé junto a Hun-Camé enterraron a los gemelos, y en ese sitio creció un árbol de jícaras. Uno de los frutos del árbol fue alcanzado por Ixquic, una de las hijas de los señores del Xibalbá, quién quería verificar que la historia del asesinato fuese cierta.
El fruto estaba representado por la cabeza de Hun-Hunahpú, este escupió sobre la mano de Ixquic, lo que causó que esta quedara embarazada de dos hermanos gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué. quienes serían la reencarnación de los dioses asesinados.
Al nacer los gemelos en busca de venganza ante la traición causada por los dioses del Xibalbá; idearon un plan dónde provocarían que los dioses del inframundo les invitaran a este, lo lograrían de la misma forma que sus padres; jugando con la pelota. Hunahpú e Ixbalanqué lograron su objetivo, al llegar al Xibalbá cumplieron su venganza, dando una muerte sangrienta a Vucub-Camé y a Hun-Camé.