Dentro de la mitología maya, Tepeu era un dios del cielo con poderes y sabiduría, el cual participó en la creación de la humanidad, este proceso de creación tuvo dos intentos fallidos hasta que por tercera vez, pudieron crear a un ser con alma, cuerpo y espíritu capaz de brindarles culto y adoración.
Tepeu y su participación en la creación
Tepeu y Kukulkán, dos dioses mayas de gran influencia en el cielo, deseaban preservar su herencia y consideraron la opción de crear una raza que pudiera adorarlos en todo momento.
Comienzan con un primer intento creando al hombre del fango, pero éste era débil, endeble y poco consistentes, lo que no generó un resultado muy agradable para los dioses, así que esta primera forma de vida fue destruida.
El segundo intento en la creación fue con madera, con la oportunidad de reproducirse formaron cuadrúpedos hombres de madera, sin embargo, tampoco fue agradable ante los ojos de los dioses porque carecían de alma, lo que les impedía entender y adorar a su creador.
Fueron entonces destruidos por el murciélago Camazotz y por las aves: Cotzbalam, Tecumbalam y Xocotcovach, en el proceso algunas de estas criaturas se escaparon para convertirse en monos, descendientes directos del hombre.
Tercer intento de la creación
Caminando por los bosques de Paxil y de Cayala, Tepeu y Kukulkán observaron los hermosos y extensos maizales del lugar y tuvieron la gran idea de crear al hombre de este interesante cereal.
Utilizaron el maíz blanco y amarillo para crear la carne y la masa para formar las extremidades, el material era abundante y muy moldeable, lo que les permitió crear cuatro varones:
- Balam-Quitzé.
- Balam-Acab.
- Mahucutah.
- Iqui-Balam.
Una creación que trajo satisfacción a los dioses, a estos hombres se les asignaron labores que elogiaron a los dioses: tallador de piedras, cortador de gemas entre otros, convirtiéndose entonces el trabajo de los mayas como una exaltación a sus dioses creadores.