El politeísmo es una característica de la población celta, donde Taranis es uno de los principales dioses Celtas. La deidad de Taranis representa el trueno o en sí el ruido que este produce, para algunos es conocido como el atronador, inspira el temor a la destrucción ya que su estruendo lo asocian con el daño ocasionado por las tormentas.
Taranis
El culto al dios Taranis se hizo más popular en regiones como Galia, Austrias y la Bretaña Romana.
Particularmente en Austrias, aún se encuentran muestras de su adoración en provincias como Taranes , Tárano, Tarna y Toraño.
Como es notable sus nombres guardan relación directa en su origen con el dios Taranis.
Su nombre
En la mitología el nombre de este dios Celta proviene de la palabra “Taran”, que para ellos significa trueno.
Imagen
Por ser considerado un dios guerrero y protector, aparece en imágenes como un hombre con barba, a pie o a caballo.
Imágenes más expresivas de esta deidad le agregan una rueda en una mano, como símbolo de la rueda cósmica que controla los días y las noches.
En la otra mano una pequeña vara que indica un pequeño rayo, como el poder de provocar rayos y truenos en las tormentas.
Representación del dios Taranis
Esta deidad representaba para sus seguidores diversos significados o bien lo asociaban con diversos sucesos.
Para algunos era conocido como el atronador, significado que le atribuían por los sonidos de los truenos.Así mismo lo relacionaban con la destrucción que acompañan las fuertes tormentas.
El sonar de los truenos era un aviso de una terrible tormenta que causaría daño en la población.
Otra significancia atribuida a esta deidad es la relación con la luz y la rueda cósmica que controla todo el universo, le atribuyen el control sobre el día y la noche y todo el ciclo del universo.
Posición y culto
Taranis se ubicada dentro de la triada de dioses celtas junto a Eus y Teutates.
Refiere esta mitología que los sabios de la época, también conocidos como la clase sacerdotal y además grandes filósofos, ofrecían sacrificios a Taranis.
Los sacrificios tenían como propósito congraciarse con el dios y calmar su ira.
Para ello usaban a personas que por lo general eran prisioneros de guerras.