Sin, el dios de la luna, es uno de los siete grandes dioses de Mesopotamia, también llamado, Zuen o Nannar, es la representación masculina de la luna, ahora bien, la mitología mesopotámica presenta dioses y diosas que ayudan a comprender de alguna manera la relación de estos pueblos con el cosmo y uno de ellos es Sin.
Sin, dios de la luna
Los relatos tradicionales, provenientes de la antigua región de Sumeria en la parte sur de la antigua Mesopotamia, constituyen lo que se conoce como su mitología, la cual es una manera particular y fantástica de describir a sus dioses como los dadores de protección, en el caso de Sin, dios de la Luna tenemos:
Origen
Sin, hijo de Enlil (dios del viento y del cielo) y esposo de Ninlin (diosa del aire), esposo de Ningal conocida como “la gran señora”, padre de Ishtar ( la diosa del amor, de la guerra) y Utu o Shamash (dios del sol).
Nombres
Los diferentes nombres que le daban a esta deidad se relaciona con las fases lunares, de allí que sea, Nanna – Luna llena, Sin – Luna creciente, Asimbabbar – comienzo de cada ciclo lunar.
Protección
Es conocido como el dios protector de los pastores, vigilante de la noche, los rige todos los procesos relacionados con el ciclo lunar, también era reconocido como el dios de la sabiduría y en él se basaron las primeras expresiones del estudio de la astronomía.
Imagen
Es representado como un anciano con cuernos y larga barba, cubierto con un turbante, su símbolo era la luna creciente o creciente lunar y en su corona está representado su templo mayor, ubicado en la ciudad de UR; el dios de la Luna, junto con Shamash e Ishtar, miembro de la «Tríada semita» de dioses con relaciones celestes fue incorporado al panteón mesopotámico desde el período Acadio, primer imperio mesopotámico.