Shamash era uno de los dioses de Mesopotamia, mejor conocido como dios del sol y la justicia, de acuerdo con los textos sumerios, este dios era representado como un gobernador, donde sentado sobre su trono en los cielos podía ver todo lo que sucedía e iluminaba toda la tierra con su esplendor y brindaba calidez.
Shamash, dios del sol
Cada mañana él entraba por el este y al atardecer se iba por el oeste, durante la noche viajaba por el inframundo para iniciar un nuevo día, además, él fue dios de toda Babilonia, donde se le conocía como dios supremo. Asimismo, este dios tenía su altar en la ciudad de Sippar, donde los que allí vivían lo llamaban hijo de Anu.
Hazañas del dios Shamash
Shamash tenía una tarea muy importante y era vigilar todos los negocios, así como también, debía detectar la falsedad, estafas y las mentiras en las personas, lo cuál lo convierte en un dios de verdad, de la misma manera, este se ocupaba de proteger a la humanidad del mal y las maldiciones.
Asimismo, él ocupaba un papel muy importante en los rituales de sacrificios, donde hacían adivinanzas y quién no contestara correctamente le asesinaban.
Por eso, cada participante se dedicaba a hacerle plegarias al gran dios Shamash para obtener la respuesta correcta.
De igual forma, él se encargaba de mantener separado el mundo de los muertos y el mundo de los vivos, ya que los espíritus salían del inframundo y entraban a la tierra a través de un pasadizo por el horizonte.
Simbolización del dios Shamash
La figura de este dios era retratada en algunos casos como un hombre sentado con siervos a su alrededor y en sus hombros salían rayos de luz, mientras que, en otros casos era representado como un disco solar con una estrella con 4 puntas, en donde cada punta sobresalen rayos.