▷ KUKULKÁN » La serpiente emplumada en la mitología Olmeca

Serpiente emplumada: Una de las ruinas más conocidas de la cultura mexicana fue la de los dioses Olmecas la cual está ubicada en la zona de la costa golfo de México, al norte de tabasco y al sur de Veracruz. Entre sus dioses destacaron el dragón la serpiente Emplumada, a la que los dioses mayas llamaron Kukulkán o Kukulcán. En el caso de los Toltecas, retrataban a la serpiente emplumada como Quetzalcóatl.

Con sus creencias mágicas lograron que los pueblos de América Central consideraran todo lo que les rodeaba, mantenían  importancia a los seres vivos, las cuevas, los manantiales, los árboles y las montañas, donde hacia vínculo entre el cielo con la tierra  dando lugar a los espíritus.

Ahora bien, los dioses estaban representados por especies de animales como: serpientes, aves, cocodrilos e insectos donde a su vez podían combinar sus aspectos en mitad animal y mitad hombre dando origen a sus poderes.

Serpiente Emplumada

Fue originada en Mesoamérica conocida como el quetzal o serpiente emplumada, representada algunas veces como símbolo de muerte y resurrección, y asociado al planeta “venus”.

Su figura y aspectos

Esta cultura combina lo terrenal y celestial, mezclando la serpiente emplumada un símbolo universal de fertilidad, con movimientos y de energías telúricas.

Como resultado intermediario mandaban un ave que les era mensajera a los hombres con los dioses, por esta razón fue representado como el dios principal del pueblo en Mesoamérica.

Dentro de su reinado, se realizaban ciertas rutinas tales como: los Baños rituales, rezos, auto sacrificios  que se vinculaban con la vida sacerdotal.

Su rival

En consecuencia uno de sus rivales era Tezcatlipoca, llamado el espejo empañado, y conocido por su naturaleza guerrera, también era un dios pero de la oscuridad al mismo tiempo el cielo nocturno.

Otro de sus rivales era Huitzilopochtli el ruiseñor adivino, feroz dios de la guerra, ellos representaban las fuerzas del bien y del mal uno el artista y el otro devastador.



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Autor: Redacción

Kukulkán. Photo by VViktor. Pixabay.