QUETZALCÓATL » El dios de la vida en la Mitología Tolteca

Quetzalcóatl es una de las deidades más antiguas de los panteones mesoamericanos. Su nombre se menciona en muchas de las leyendas de estas culturas, incluyendo a pueblos tan remotos como los olmecas.

Era, principalmente, un dios civilizador, quien enseñó a los primeros hombres a cultivar el maíz, prefería los sacrificios de pequeños animales antes que la sangre humana y robó el fuego para los humanos. Pero, sobre todo, era el puente entre lo divino y lo terrenal, un guía espiritual que practicaba las doctrinas que enseñaba a sus seguidores.

¿Quién era Quetzalcóatl para los aztecas?

Quetzalcoatl — Imagen de Lela Cargill en Pixabay.

Según nos cuentan las diferentes fuentes que se han estudiado por toda Mesoamérica, Quetzalcóatl fue el dios que creó a los hombres. Cuando en el mundo solamente existían las plantas, los animales y los objetos inanimados, fue la Serpiente Emplumada quien bajó al Mictlán, se convirtió en una hormiga negra, y se escabulló para burlar la vigilancia de Mictecacíhuatl. Así creo a los seres con alma y consciencia.

Posteriormente, vivió entre los hombres, gobernó sobre ellos y les enseñó a rendir culto sin sacrificar personas, solamente usando aves, mariposas y serpientes.

¿Dónde vivía Quetzalcóatl?

Pirámides de Chichen Itzá. Imagen de Viktor en Pixabay.

Como ya se mencionó, Quetzalcóatl es un dios previo a los aztecas. El templo más importante de esta deidad fue construido en la ciudad de Tollan (actual Tula), donde vivieron los toltecas. Este pueblo fue ampliamente referenciado por los aztecas, quienes los asimilaron cuando iniciaron su expansión militar.

Según la mitología, después de crear a los humanos y enseñarles a cultivar, vestirse y construir casas, la deidad se instaló en Tulla. Aquí ejerció como sumo sacerdote.

Los registros de las culturas mesoamericanas dejan constancia de un gran número de sacerdotes que llevaban el nombre de Quetzalcóatl, como una suerte de título que indicaba su jerarquía como máxima autoridad en lo divino.

Por qué Quetzalcóatl debió salir del país de Tulla

Entre otras cosas, Quetzalcóatl era también una representación de la victoria de los aztecas sobre los toltecas. Había tres elementos sagrados que pregonaba esta divinidad: la reclusión, el ayuno y el celibato. Eran tres condiciones necesarias también para ser sacerdote del culto.

Según cuenta la leyenda, Quetzalcóatl era un dios sabio y pacífico, grande en bondad, pero de una gran fealdad. Se lo describía como un hombre con una larga barba (atributo extraño en estas culturas) y rasgos faciales que hacían difícil mirarlo.

Debido a esta fealdad, se decía que vivía recluido en un recinto sagrado donde ayunaba y jamás se dejaba ver.

Tezcatlipoca, dios del engaño y la brujería, estaba disgustado con las enseñanzas de Quetzalcóatl, quien se decía que amaba tanto a sus fieles que pedía que no se hicieran sacrificios humanos, sino que en su lugar se usaran aves, mariposas y serpientes. Tezcatlipoca decidió entonces tenderle una trampa.

Se acercó a Quetzalcóatl y lo convenció para que fueran a visitar la Tilan Tlapallan (la Fuente de la Juventud Eterna) para que pudiera dejar atrás su fealdad. En este punto el dios se rindió ante su vanidad y lo siguió a Tezcatlipoca y sus brujos. Fueron al lugar y ahí Quetzalcóatl fue convencido de beber pulque, con lo cual se embriagó.

Ya que el dios había abandonado su reclusión por vanidad y había roto su ayuno por hedonismo, los brujos hicieron una máscara para ocultar su fealdad y disfrazaron su barba con plumas de quetzal. Así lo pusieron frente a una mujer (en algunos relatos es su hermana) y lo hicieron romper su tercer voto: el celibato.

¿Por qué Quetzalcóatl dejó de ser un dios?

El nombre Quetzalcóatl se traduce como Serpiente Emplumada, ya que quetzal hace referencia, en lengua nahua, a las plumas coloridas e iridiscentes de la cola del ave que lleva ese nombre y cóatl significa “serpiente” en la misma lengua. Esta combinación representa la dualidad de lo terrenal (la serpiente) y lo celestial (el quetzal).

Cuando el dios cae ante las debilidades del hombre terrenal, se siente deshonrado, y sabe que no puede seguir pregonando su filosofía después de este error. Entonces abandona su divinidad para irse a vagar como un hombre común.

¿Cómo murió Quetzalcóatl?

Tras iniciar su peregrinación, Quetzalcóatl fue perseguido por Huémac, rey de Tulla. No obstante, este rey murió casi al mismo tiempo en que el dios abandonó la ciudad, lo cual se interpreta como una metáfora del triunfo de los aztecas sobre los toltecas, cuando son abandonados por su deidad. Cabe destacar que Tezcatlipoca, quien precipita la huida del dios tolteca, era una de las principales deidades aztecas.

Durante su peregrinación, Quetzalcóatl pasa por diferentes ciudades de camino a La Tierra de Negro y Rojo, que se decía que estaba hacia el este.

En su travesía construyó un puente sobre un río (el lazo entre lo divino y lo terrenal), construyó la primera cancha de juego de pelota (el lugar donde se debatía los dioses y los hombres), vio morir a su séquito (comprendió la soledad de la muerte). Fue tentado una vez más por los brujos de Tezcatlipoca a beber pulque y les regaló todas sus riquezas materiales (aceptó su humanidad y se despojó de las ataduras terrenales).

Llegado al fin de su travesía, tras alcanzar la costa atlántica, se dice que predijo su propio regreso en el año Ce Acatl del calendario azteca. Inmediatamente se inmoló, descendió al Mictlán y después ascendió al cielo para convertirse en el Lucero del Alba.

La leyenda de Quetzalcóatl y Hernán Cortez

Un dato que ha encendido la imaginación de las personas es el regreso de Quetzalcóatl en la fecha en que Hernán Cortez desembarcó en las costas mexicanas ¿Verdad o mito? Muchos historiadores lo niegan rotundamente, muchos otros se apoyan en los registros españoles de la conquista para demostrar su veracidad.

Lo cierto es que el año del desembarco español encajan con la predicción de Quetzalcóatl, y hay mucha documentación que parece respaldar la confusión de Moctezuma al encontrarse con un hombre blanco y barbado que venía de la costa atlántica. Es probable que nunca se pueda saber del todo, pero sin duda es uno más de los elementos míticos que enriquecen la historia de Mesoamérica.