El Kojiki es quizás una de las obras literarias más importantes de Japón hasta la actualidad, este libro sin duda es el que describe mejor la cultura, los modales, la mitología e historia propios del antiguo Japón tradicional.
Aunado a esto, el Kojiki fue el primer libro escrito en japonés aunque en la obra se pueden encontrar fragmentos escritos en caracteres chinos que el escritor traduciría al japonés, también se encuentran palabras fonéticamente escritas del chino, todo esto debido a que para la época la escritura japonesa estaba en plena creación.
Contenido del Kojiki
El libro consta de tres partes que son: Kamitsumaki o primer volumen, Nakatsumaki o volumen medio y Shimotsumaki o segundo volumen.
- En el Kamitsumaki o primer volumen, narra el mito de la creación del archipiélago japones; se centra en la historia de los dioses originarios que crearon el Japón (Izanami e Izanagi), así como también en la historia de los dioses nacidos de los originarios.
Básicamente esta parte de la obra contiene mera mitología.
- El Nakatsumaki o volumen medio, narra el comienzo de la era de los héroes y la historia japonesa desde el emperador Jimmu quién conquistó el país entero y sentó las bases de la monarquía, hasta el decimoquinto emperador Ojin.
El libro a partir de acá se comienza a alejar de la mitología japonesa y recae en la historia y genealogía de los emperadores.
- El Shimotsumaki o segundo volumen, se basa enteramente sobre la historia del Japón desde su decimosexto emperador hasta el trigésimo tercer emperador.
Todo el segundo volumen se aleja completamente de la mitología japonesa y sólo refleja la historia por lo que solo sirve de referencia genealógica.
El Kojiki, más que un libro de historia o mitología
A simple vista este libro se ve como libro de historia solamente, sin embargo su creación tiene una connotación política bastante relevante e importante desde el punto de vista histórico del Japón.
Fue en el siglo III cuando el emperador Tenmu (quien habría usurpado el puesto de su sobrino) intentó afianzar el estado japonés a su favor y legitimar su ascensión al poder mediante la alianza de los clanes de todo Japón, siendo liderados obviamente por el clan Yamato al que pertenecía.
