▷ HO HSIANG-KU » La única mujer de los ocho inmortales

He Xiangu o Ho Hsiang-Ku (He, la joven inmortal), pertenecía a los «los ocho inmortales» y la única mujer perteneciente a este grupo de deidades taoístas de los dioses Chinos. El relato más conocido la recuerda como una campesina pobre que vivió su vida mortal durante el gobierno de la emperatriz Wu Zetian.

El arrollo y el secreto de la inmortalidad

A la edad de 14-15 años y mientras dormía, un espíritu brillante apareció en uno de sus sueños y le sugirió que moliese y comiera de unas piedras provenientes de un arrollo distante entre las montañas, diciéndole también que esto haría su cuerpo tan ligero como el viento y que lograría alcanzar la inmortalidad.

Al despertar y en lugar de pensar que todo aquello fue un simple sueño, siguió las ordenes de aquel brillante ser y se puso en marcha en búsqueda de aquel arrollo en el que le aguardaba el secreto de la inmortalidad.

Al llegar al sitio Ho Hsiang-Ku hizo tal como le fue sugerido, molió y comió de unas piedras que se encontraban a orillas del arrollo (las que resultaron ser mica) y como le fue prometido, su cuerpo se hizo tan ligero que pudo volver todo el camino a casa en apenas unas zancadas.

Luego de obtener ese regalo por parte de los dioses la joven Ho Hsiang-Ku continuó con su vida tal como si nada hubiese ocurrido, sin embargo con sus nuevos poderes se dedicaba a recolectar frutas y hierbas medicinales de las lejanas montañas a las que ahora tenía acceso, todo esto para ayudar a sus ancianos padres a tener una mejor calidad de vida.

Con el fin de ser merecedora de la inmortalidad, la chica se conservó en castidad y con el paso del tiempo y mientras más viajaba su cuerpo mortal cada vez le exigía menos sustento físico al punto de pasar semanas comiendo uno o dos duraznos.

Representación de Ho Hsiang-Ku

A menudo se le representa como una hermosa joven que es fácilmente reconocida entre «los ocho inmortales». En los retratos se le encuentra tocando un sheng u órgano chino o sosteniendo entre sus manos una flor de loto que simboliza la salud física y mental o de igual forma un gran durazno (el durazno de la inmortalidad) que representa la inmortalidad.

Se le considera un gran ejemplo moral para la sociedad ya que en ella se refleja como es recompensada una vida y conducta desinteresada con lo que además se enfatizan los conceptos de feminidad por ser considerada una mujer hermosa además de un hija ejemplar y devota.



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Autor: Redacción

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