Gong Gong o Gòng Gōng (共工) es dios del agua entre los dioses chinos, considerado por otros como demonio o monstruo, pues, el poder que ejerce sobre el agua es destructivo y en la mayoría de las ocasiones se le asocian grandes inundaciones. En algunos textos antiguos se hace referencia a este personaje con el nombre de Kang Hui (康回).
Representación de Gong Gong
En algunos relatos populares y religiosos de la antigua china, se describe la apariencia física de Gong Gong como la de un hombre pelirrojo con un gran cuerno en la cabeza y el cuerpo de dragón negro.
En la mayoría de las historias se retrata a Gong Gong como un ser ambicioso, cruel y vanidoso, siendo esta la causa de su furia y maldad. Por otra parte hay quienes cuentan que en vez de un cruel tirano en realidad era una buena persona y líder de la antigua china quien hizo grandes aportes en la construcción de represas, además de atender inundaciones y otros problemas de agua.
En el Tongjian Waiji (通鑒外紀) se menciona que en compañía de Fuxi y Shennong, formaba parte parte del grupo conocido como «los tres Augustos», siendo descendiente del emperador rojo Yan Di y uno de los hijos de Zhu Rong. También tuvo un hijo a quien se le conoció como «señor de la tierra» y llevaba por nombre Hou Tu (后土).
La leyenda de Gong Gong
Una de las historias mas importantes de Gong Gong cuenta que en su intento por mostrar que era mas poderoso, reta al dios del fuego Zhu Rong a una batalla por el trono del cielo, mismo lugar donde se da el encuentro por varios días hasta que ambos caen a la tierra, siendo Gong Gong quien recibe la derrota.
Posterior a esto Gong Gong da un gran golpe con su cabeza al monte Buzhou que se decía era uno de los pilares del cielo, unos comentan que este acto fue por ira y frustración, otros que fue por vergüenza e incluso se ha dicho que fue en un intento por suicidarse, el hecho es que tal acto causo gran daño, teniendo como consecuencia la inclinación del cielo al noroeste y el desplazamiento de la tierra al sudeste además de resquebrajarla, añadido a esto por las grietas corrieron agua y fuego lo que causo la muerte de todo.