Dea Dama en la mitología celta es reconocida como la diosa madre entre los dioses Celtas, que al mismo tiempo cuenta la leyenda que era la ascendiente de todo el panteón celta; fertilidad, juventud y muerte son solo algunas de las características de esta deidad que en sí misma representa una triada de dioses Celtas.
Dea Dama
Entre los dioses celtas esta diosa tiene un lugar supremo delante de todos los dioses, su lugar al lado del dios padre y como madre de toda deidad le otorga tal reconocimiento.
Diosa entre dioses una triada celta
En algunas escritos celtas que aún se conservan, a la diosa madre Dea Dama representa una triada o lo que es igual una triple diosa.
Una diosa mujer (dana), como madre y símbolo de fertilidad.
Otra diosa muchacha (Brigida) el símbolo del amor y la juventud.
Y por último una diosa anciana (Anu), que representa el misterio de la muerte y la trascendencia. Siendo común en las tres un carácter benevolente y dadivoso.
Su nombre
El nombre Dea Dana o también llamada Anu o Ana, es el nombre Irlandés de esta deidad.
La leyenda cuenta que esta diosa también era conocida con el nombre de Brigit.
Considerada diosa madre por ser la compañera del dios Bije también en irlandés, el cual es la figura del dios padre para otras culturas religiosas.
Representación
La diosa Dea Dama en el grupo de dioses celtas, era considerada la diosa de la fertilidad.
Madre de muchos dioses y al mismo tiempo la hija de Dagdé el buen dios, pertenecía al grupo de dioses celtas de la luz, del día y de la vida.
Representa la maternidad de todo el panteón céltico. Dana es una deidad celta, cuyo calificativo para algunos seria «aguas del cielo».
Una muestra de ellos es que del nombre de uno de sus hijos se deriva el nombre del río Danubio.
Su fertilidad la asocian con la vertiente de los ríos, ya que estas aguas fertilizan la tierra y la hacen productiva.
El culto
La concepción de una diosa madre se encuentra establecida en todas las religiones.
Aun siendo expresadas de distintas maneras conservan un mismo sentido de luz, fertilidad, compasión y benevolencia.
En la antigua cultura celta la aceptación de esta diosa fue un poco contradictorio por el carácter patriarcal de la época. Sin embargo fue aceptada, reconocida y respetada como la madre de todos los dioses.
Se acostumbraba en tiempos difíciles cuando la cosecha no iba bien, sacrificar un gallo en donde tres corrientes de agua se encontraban, este acto aplacaba la molestia de esta diosa.
Actualmente aunque no se realizan los sacrificios sigue siendo reconocido su poder sobre la fertilidad, particularmente de las tierras para obtener buenas cosechas.
