Zhang Guo Lao o Chang Kuo Lao (romanizado del chino mandarín) es el maestro del profundo conocimiento y uno de los dioses chinos conocidos como «los ochos inmortales». Es una de las deidades chinas más veneradas por los taoístas y se le conoce como el padre del quingong o respiración taoísta.
Se conoce que fue un ávido creyente de la necromancia y el ocultismo, declarando incluso que tenía más de ochocientos años de edad ante la emperatriz Wu y diciéndose haber sido primer ministro del emperador Yao durante una de sus vidas pasadas. Posee una gran afición a los licores y es un gran amante de el vino y su elaboración, incluso algunos de los ocho inmortales probaron de su vino (el cual se creía que poseía propiedades curativas y medicinales) y se hicieron grandes amante de este.
Representación de Chang Kuo Lao
Se le representa como un anciano bondadoso y sabio que generalmente se encuentra montado de espalda sobre un asno blanco volador el cual puede doblar, como si de papel se tratase, y guardar dentro de un bolsillo cuando no necesita transportarse. Además lleva en sus manos un pequeño mazo, una pluma de Fenix y un tambor con unos palillos de hierro bambú que simboliza la longevidad. A este tambor de bambú se le conoce como Yü ku y es uno de los símbolos representativos de Chang Kuo Lao.
Relación con la humanidad
Al ser representado por un anciano y sus símbolos representar la longevidad se le conoce como un dios que representa a los ancianos. La tradición del Feng Shui taoísta reza que traerá larga vida y una muerte natural a los ancianos en cuya casa se encuentre una estampilla o una pequeña figura de esta deidad.
También puede encontrarse una representación de Chang Kuo Lao en las capillas nupciales de la religión daoísta, en ella, aparece el dios montado sobre su asno volador entregando a un pequeño recién nacido a una joven pareja de recién casados.