Chalchiuhtlicue, forma parte de los dioses aztecas, conocida como «la que tiene su falda de piedras preciosas», es la deidad de las corrientes de las aguas vivas, los ríos, lagos y mares, sin embargo, otros le atribuyen ser la diosa del amor, es venerada en toda la cultura mesoamericana, pues se le conoce como la protectora de los nacimientos y bautismos.
La diosa del amor
Se conoce como la diosa del amor pues en la mitología azteca, existe una historia que narra que Chalchiuhtlicue, fue la deidad reinante cuándo el mundo quedó cubierto de agua, luego de una imparable inundación, en la cual los hombres fueron convertidos en peces, para evitar que su especie desapareciera.
Aspecto
Es representada con la figura de una indígena con rasgos hermosos, vestimenta llamativa y elegante, propia de su cultura; llamada huipil, posee una falda de color esmeralda, la cual representa el agua que se distribuye en el océano, mares, ríos, y lagos. Asímismo en el agua de su falda flotan bebés; de ambos géneros.
Pareja
Según la leyenda la diosa azteca Chalchiuhtlicue tuvo como esposo a Tlaloc, con él regió sobre Tlalocan, juntos tuvieron a Tecciztécatl, el dios azteca que se convirtió en la luna. Sin embargo, existe otra leyenda, en la que Chalchiuhtlicue no era esposa de Tlaloc, sino que era su hermana, por lo tanto, esta era esposa de Xiuhtecuhtli, el dios del fuego y el calor.
Castigos de Chalchiuhtlicue
Las inundaciones, tsunamis, maremotos, u otros desastres naturales acuáticos son la representación de la furia de Chalchiuhtlicue, pues aunque es una deidad amorosa y tranquila, ofenderle significaba la destrucción de la vida, para los habitantes de la región azteca.
Culto a Chalchiuhtlicue
Los mitos y leyendas acerca de la deidad de los mares, ocasionaron que la población azteca que habitaba en México construyeran en su poblado más grande una escultura para así honrar a Chalchiuhtlicue, dicha escultura se encuentra en la ciudad de Teotihuacan, y pesa unas 20 toneladas aproximadamente.