Los dioses olmecas eran una parte importante de la mitología y la religión olmeca. La civilización olmeca, que floreció en lo que hoy son las tierras bajas tropicales de México desde alrededor del 1400 a.C. hasta el 400 a.C., era conocida por su complejo y sofisticado sistema de creencias y prácticas.
Los dioses olmecas eran venerados mediante diversos rituales y ofrendas y desempeñaban un papel central en su religión. También eran figuras importantes en la mitología olmeca, y con frecuencia se les representaba como seres poderosos y sabios que protegían al pueblo y su modo de vida entre mitos y leyendas.
Dioses Olmecas más importantes
Dios Jaguar
Los olmecas son conocidos por su arte, que incluye varias representaciones de un dios jaguar. En la religión y mitología olmeca, el dios jaguar era una deidad poderosa e importante.
El jaguar era considerado un animal magnífico y poderoso, y los olmecas creían que el dios jaguar poseía una gran fuerza y ferocidad. Los olmecas también creían que el dios jaguar podía transformarse en forma humana y era responsable de la creación del mundo y de todos sus habitantes.
El dios jaguar se representa con frecuencia en el arte olmeca como un gato grande y poderoso con rasgos distintivos de jaguar, como manchas y una cola corta. A menudo se le representa con rasgos humanos, con un tocado y joyas, lo que indica su estatus divino. El sol y el más allá también se asociaban con el dios jaguar, que a veces era representado como una deidad solar.
Dios Dragón
Una de las deidades más destacadas de los Olmecas era un dios dragón conocido como Nahual. Este dios, al que se asociaba con el agua, la fertilidad y la abundancia agrícola, era representado frecuentemente como una criatura parecida a un dragón con cabeza humana y cuerpo de reptil.
Nahual era venerado como una deidad poderosa y benévola que podía traer prosperidad y fertilidad a la tierra, y se pensaba que era un símbolo de la fuerza vivificante del agua y del poder de los ciclos naturales. Los olmecas creían que realizando rituales y ofreciendo sacrificios a Nahual podían apaciguar al dios y asegurar una cosecha abundante.
Serpiente emplumada
Otro dios Olmeca, muy destacado fue serpiente emplumada; conocido por los olmecas como Quetzalcóatl o Kukulkán. Este dios era representado frecuentemente como una criatura serpentina con plumas, y se le asociaba con muchos aspectos de la vida, como la sabiduría, la fertilidad, la cultura y el cielo.
Quetzalcóatl era venerado como dios del viento y del cielo, así como patrón de los sacerdotes y creador del calendario, la agricultura y la escritura. También era un dios de la fertilidad y un héroe cultural responsable de la creación de la humanidad. Quetzalcóatl, según los olmecas, fue quien trajo la civilización a la humanidad.
Era también conocido como el dios del planeta Venus, los sacrificios que se le ofrecían a serpiente emplumada, iban destinados para recibir un poco de abundancia con respecto a las cosechas, prosperidad y fertilidad.
Dios del Maíz
Los olmecas, como civilización agrícola, dependían en gran medida del maíz para sobrevivir y lo consideraban un regalo de los dioses. Por ello, Centeotl, el dios del maíz, era considerado una deidad importante en su panteón. Con frecuencia se le representaba como un hombre joven con un tocado de mazorcas de maíz y se le asociaba con la fertilidad, la cosecha y la abundancia.
El dios también estaba asociado con el ciclo de la vida y la muerte, y se creía que tenía el poder de resucitar a los muertos.
Dios de la lluvia
El dios de la lluvia, conocido como Tláloc por los olmecas, era uno de los más destacados.
Los olmecas eran una civilización agrícola que dependía en gran medida de la lluvia regular para asegurar cosechas abundantes, y Tláloc era una deidad vital en su panteón. Con frecuencia se le representaba como una deidad con ojos saltones y colmillos, y se le relacionaba con la fertilidad, la lluvia, el trueno y el relámpago. También se le asociaba con cuevas y montañas, que se creía que eran fuentes de agua.
Dios bandido
De este dios existe muy poca información, pero sabemos que su nombre nada tiene que ver con ser malo o bandido, sino porque su figura física como la de muchos dioses Olmecas, tenía una cabeza grande y plana, boca torcida y una estrecha banda que le recorría el cuerpo.
Hombre de la cosecha
El «Hombre de la Cosecha» es un símbolo del ciclo agrícola y de la importancia de la cosecha en la mitología olmeca, más que un dios o deidad específica. Los olmecas dependían en gran medida de la agricultura y consideraban el ciclo de la siembra, el cultivo y la cosecha como un proceso sagrado que estaba inextricablemente ligado a sus creencias religiosas y rituales.
Creían que el éxito de la cosecha estaba ligado al favor de sus dioses y a la realización de ceremonias y sacrificios apropiados.
El «hombre de la cosecha» suele representarse como una figura humana, normalmente masculina, que lleva un tocado u otros objetos asociados con el ciclo agrícola y la cosecha, como un tocado de mazorcas de maíz, una bolsa de semillas o una azada.
Estas figuras se encuentran en el arte y los artefactos olmecas y se cree que representan el aspecto humano del ciclo agrícola, el agricultor o jornalero que trabaja duro para asegurar el éxito de la cosecha.
Panteón de los dioses olmecas
Los olmecas adoraban un complejo panteón de deidades, muchas de las cuales estaban asociadas a diversos aspectos de la naturaleza, la cultura y la sociedad. Los dioses olmecas eran representados con frecuencia como seres poderosos y majestuosos con funciones y atributos complejos y polifacéticos en el arte y los artefactos.
También cabe destacar que los olmecas tenían un complejo sistema religioso que incluía rituales y ceremonias como ofrendas, sacrificios y ceremonias de honra a los dioses. Se pensaba que estos rituales aseguraban el favor de los dioses, así como el éxito del ciclo agrícola, la fertilidad y la prosperidad en la sociedad olmeca.
Cuando se estudian civilizaciones antiguas como la olmeca, es fundamental basarse en fuentes primarias y literatura erudita, y desconfiar de la información procedente de fuentes no eruditas que pueden no reflejar fielmente el registro histórico.
También me gustaría señalar que la civilización olmeca fue la primera civilización de Mesoamérica, y sus creencias y prácticas religiosas tuvieron un impacto significativo en las culturas que les siguieron, como la maya y la azteca. Los dioses olmecas fueron transmitidos y considerados significativos también en esas civilizaciones.
Sobre los dioses olmecas
El lado mágico siempre logró involucrarse en las diferentes representaciones de los dioses olmecas, es por esto que dentro de esta cultura algunos acontecimientos definitivamente fantásticos eran tomados como realidades absolutas. En cuanto al aspecto físico de sus divinidades, es una constante que sus cuerpos sean mitad animal mitad hombre y que la cabeza además de muy plana revele algún tipo de hendidura.
Más que con los propios sacerdotes y chamanes, se asumía que los dioses se comunicaban de forma directa con los gobernadores, así que este era el motivo por el que a estos personajes se les concedía tanta prioridad dentro de esta sociedad.
Ciertamente los elementos naturales siguen siendo algo perseverante para la constitución de las historias donde participan estos dioses, es allí donde se les describe como figuras casi que monstruosas que gracias a sus inagotables poderes salen victoriosos de cualquier situación.
Si bien en ocasiones los propios reyes o gobernadores eran tomados como dioses, la arqueología se ha encargado de establecer que las cabezas gigantes que se creían representaban a los dioses del cielo eran por decirlo de alguna manera los retratos de sus guías terrenales.
Bibliografía
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