Entre los dioses Aztecas, Ometéotl era la deidad que representaba la dualidad, este dios simbolizaba los polos opuestos, el día y la noche, lo positivo y lo negativo, la creación y la destrucción, masculino y femenino, fuego y agua, blanco y negro, entre otros.
El dios antagónico poseía una parte masculina llamada Ometecuhtli «el señor de la dualidad», así como también su lado femenino era Omecihuatl «la señora de la dualidad», por consiguiente ambos representaban a la pareja creadora, es decir los dioses Aztecas de la creación y la vida.
Ometéotl
Ometéotl vivía en Omeyocan siendo el punto más alto del cielo, donde se encontraba la dualidad creadora de todo lo existente, por su parte el cielo representaba su lado masculino durante el día, pero durante la noche representaba su parte femenina.
La deidad dual como le llamaban, se creó a sí mismo de la nada, por eso era llamado Moyocoyani, también se le denominaba dios verdadero debido a que se autoformó, es por ello que Ometéotl era el verbo de la creación.
Éste era considerado como la divinidad suprema, el origen de todo lo que existía, también se decía que era el responsable de mantener el orden de las cosas.
Por otro lado, su parte antagónica era el caos, además era el encargado de suministrar la energía cósmica de todas las cosas en el universo, debido a que todo derivaba de él.
Representación de Ometéotl
Este dios Azteca no intervenía de manera directa en los asuntos de los seres humanos, sólo cuando una mujer estaba en trabajo de parto cuidando el nacimiento del nuevo ser.
Adicionalmente, Ometéotl representaba 4 aspectos elementales del universo:
- El agua, es de color rojo, ubicado hacia el este, llamado Tlaloc.
- La tierra, es de color negro, situado hacia el norte, llamado Tezcatlipoca.
- El aire, es de color blanco, hallado hacia el oeste, llamado Quetzalcoatl.
- El fuego, es de color azul, dispuesto hacia el sur, llamado Huitzilopochtli.
