En la mitología Griega, el Jabalí de Erimanto era una criatura que causaba muchos problemas en todo el terreno, vivía en Erimanto, un monte de la Arcadia y la Elide que hoy día es llamada Olonos.
El Jabalí de Erimanto era enorme y se alimentaba de hombres, este poseía una fuerza tan grande que sus con sus colmillos era capaz de arrancar árboles de raíz.
Jabalí de Erimanto
Por la magnitud y la fuerza de esta bestia es que fue encomendado a Heracles que la capturara viva.
Durante el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el Centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con el su bebida y su comida.
Todo se complica cuando, los otros centauros huelen el vino que estaba especialmente reservado para ellos y se enfurecen de tal manera que atacan a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas no tuvo más opción que matar a varios de ellos haciendo así que los demás se retirasen.
Mientras que Heracles daba sepultura a sus víctimas, su amigo Folo saco una de las flechas y la examino.
Este tenía gran asombro de que algo tan pequeño pudiese terminar con la vida de criaturas tan fuertes, pero este la toma con tal torpeza que la flecha se le cayó y le lastimó el pie.
Captura del Jabalí
Retomando así el trabajo que debía terminar, Heracles encuentra al Jabalí de Erimanto y después de perseguirlo durante varias horas logra acorralarlo en una zona cubierta de nieve, en la que saltando sobre su lomo pudo atarlo con cadenas y llevárselo a Micenas vivo, cargándolo sobre sus fuertes y grandes hombros.
Información adicional
Cazar esta enorme bestia fue uno de los doce trabajo que Euristeo mando a realizar a Heracles.
Para culminar con otra información adicional es importante que conozcas que el monte Erimanto se llama así, por un hijo de Apolo al que había cegado Afrodita por haberla visto bañarse desnuda.
Apolo se vengó transformándose en un jabalí y mato a Adonis (el amante de Afrodita) sin embargo, la montaña está consagrada a Artemis.